Me enamoré de Dios
De su luz y su bondad
Me enamoré de mi hogar
De su calor y su tranquilidad
Me enamoré de mi familia
De su amor, de su fidelidad
Que da paz y serenidad a mi alma
Me enamoré de la naturaleza
Que con su belleza me cautivó
Me enamoré de la vida
Porque tengo una
No tengo dos.
Me enamoré de Dios
De su infinito amor de
Padre amoroso y justo
Tengo tanto que agradecer a él
Tengo que enseñarle a mi corazón
A amar como él ama
Como él amó.
Y no olvidar que él
Es mi luz, mi guía
Mi fiel compañero
Y mi única salvación
No debo olvidar
Que sin él no soy nada
Tengo una vida por él
Por eso me aferro a su luz
A su amor, amor que hasta
El final de mis días
Me sostendrá.
Emily.