RENNY LOYO

LA SANGRE ES EL ORO DE LA VIDA

Se abrió las venas

y lamentó no encontrar alli

lo que buscaba.

 

Encontró un tamis mágico que pudiera

servirle para retener las particulas más pequeñas

 de la sangre.

 

Roja totalmente, un poco espesa,

se coló por los orificios 

y desapareció dejando un brillo de sol.

 

Solo pepitas de oro quedaron fijadas en el colador,

aun así, no le satisfizo el resultado.

 

Nada lo sorprendia, solo un interés lo movía,

en la sangre, creyó, no estaba lo que buscaba.

 

Trataba de encontrar la razón de vivir,

olvidó cerrar sus venas y la sangre fluyó

como un rio alegre.

 

Ni se cuenta se dió que se tiñó de rojo,

ni cuenta se dio cuando empezó a soñar cosas maravillosas,

ni cuando empezó a ver la luz deslumbrante,

que no enceguecia y que le otorgaba

la sabiduria del mundo,

encontrando la verdad de su esencia,

mientras moría lentamente, esperando

ser despertado de la muerte.