Mi intuición siempre va más allá de esa ecuación que se encarga de sacar el cociente de un par de pensamientos a veces difusos, ideas que se comunican en mi subconsciente y que terminan formulando una masa uniforme, ese mundo psíquico más allá de la materia que me constituye, porque más allá de la constitución de mis actos y mis palabras está mi verdadero yo, el ser que habita mi cuerpo, ese ser sin pudor, él se manifiesta en la realidad y se adapta como un camaleón al contexto.
Entonces, ¿qué determina mi persona, el contexto o el ser que se manifiesta bajo mi traje de terrestre?