Amarte es la osadía que me irrumpe,
amarte más de lo que amo a la existencia en su opresión,
ser el guardián de tu alma, de tu corazón y de tu mente,
porque eres mi complemento y soy la otra parte que te redime;
ámame también como amas tu vida,
y se mi protectora, cuando soy como un cachorro
que en el amparo de la felina busca el gozo;
no huyas de mí, como lo hace el zorro,
seamos una unidad: dos almas en una llama,
prosiguiendo aunque nos aneguen las corrientes
que a nosotros se aliaron el sol y la luna;
en el trayecto hemos soslayado bajadas,
caudales y escollos y persistimos sin lesiones,
nuestros seres indemnemente persiguen lo mejor
en un mundo que se renovó, bajo las consagraciones
del orbe, celestialmente en el universo de nuestras pasiones.