Que haré contigo, vestigio de ilusión entrecortada, que haré
para no desfallecer por la ignominia de pensar
que debieras estar conmigo pero no estás,
de sentirte tan cercas y tan lejos
que te pienso y no puedo tocarte con mis ojos,
besarte con mi voz y adularte con mis deseos
pero no puedo porque no estás.
La esperanza sin usar se enmohece por el hastío,
por la desolación y el poco aliento al no saber
en que cuerpo guarnecerse, en que mirada enredarse
y en que sonrisa partirse en dos cada mañana.
Lo sé, solo es un tiempo pero sabes
ya todos los domingos
se juntaron a la vera del camino. ya todas las querellas
tocaron a la puerta y no he querido abrir
hasta que cante el mirlo,
hasta que llegue a su fin este sueño y saber
si estoy dormido o despierto, si voy o vengo
en esta noche que te menciona, en esta realidad
que asoma a la ventana
y siente que el tiempo le está jugando una mala pasada
cuando el sol anuncia que muy pronto llegará el amanecer.
No debo permitir que mis letras enamoren a la soledad,
que mis manos cansadas de escribir
se colmen de hastío y haré solo mío este momento
a pesar de la distancia,
a pesar de que la tinta de mi pluma esta por terminar
y solo me alcanza para escribir dos palabras
con las que quiero rubricar esta misiva.
Te amo.
reh