Empezamos apenas rozando miradas,
con un tímido \"hola\" y mil risas calladas;
los dos tan torpes, jugando a ignorarnos,
sin saber que el tiempo iba a abrazarnos.
Recuerdo ese día, tan simple y pequeño,
donde un \"¿cómo estás?\" prendió mi sueño,
¡quién diría que de palabras tan frías,
brotarían caricias, promesas y días!
Nos reíamos de todo, de ti y de mí,
del miedo a querernos sin saber fingir,
y aquí estamos hoy, sin máscaras ni prisa,
tú eres mi amor, mi risa y mi brisa.
Pasaron los besos, los gestos, los cuentos,
y cada mirada cargaba sus intentos;
nos llamamos \"mi amor\" como si el mundo supiera
que en cada palabra hay verdad y espera.
Así, de un \"hola\" de nada, un amor sin temor,
con sarcasmo y ternura, y un toque de dolor.
Te amo, sí, sin prisa ni calma,
de aquel tímido \"hola\" al hogar de tu alma.