Milber Fuentes

Náufrago en tu Mar: A la orilla de la redención existe un sorbo de eternidad.

Me persigue el eco de un pensamiento:  

si te odié, me odiaba a mí mismo;  

si te amo,  

es todo el amor que he encontrado en mí.

Eres mar,  

pequeño y único para el universo,  

inconmensurable para quien te habita.  

Soy el náufrago que llegó a tus aguas,  

un accidente bendito,  

y aquí sigo, flotando en tu marea.

¿Cómo es posible que tanto océano  

no pueda ser bebido?  

Y sin embargo,  

en la orilla donde la vida roza la muerte,  

cuando todo miedo se reduce al mínimo,  

un sorbo de ti me estremece.  

Ese sorbo,  

dulce y salado como el tiempo,  

cuestiona toda mi existencia,  

derriba muros de certezas  

y al final,  

me salva.