Me enseñaron que la intensidad era un error,
que debía ocultar mi fuego, me enseñaron a contener mis mareas,
a frenar la lluvia de emociones que me atraviesan,
pero me niego a apagar mi esencia.
Ser o no ser intensa
Tener que adaptarte y cambiar para ser “normal”.
Donde mostrar amor, ser detallista,
preguntar “¿cómo estás?” te pinta de intensa.
¿Por qué reprimir al corazón?
¿Por qué cambiar lo que te hace ser?
¿Por qué alterar la esencia pura
solo para encajar en un mundo superficial?
¿Para qué tanto alboroto? No voy a dejar de sentir menos
solo para complacer a otros.
Soy aquello que muchos rechazaron,
que les asustó por no poder devolver de la misma manera.
Soy intensa, aunque mi fuego les queme,
soy intensa, y no pienso apagarme.
Soy la llama que no pide permiso,
el océano que se desborda sin miedo,
voy abrazando sin culpa aun sabiendo que mi intensidad te asusta.