Y entonces nos volvimos a ver y
comencé a soñar…
Ojalá que nunca se te olvide de encontrarnos en un futuro…
Había olvidado tu sonrisa, del calor de tu piel de lo bien que se sentía al rozar nuestra piel, de tu aliento en mi cuello al pronunciar mi nombre…
Y cada beso era cómo recuperar esos momentos vacíos que hemos vivido, ahora abrazados con el temblor de mi cuerpo y tu mirada que me desnuda…
¡Y tus manos se apoderan de mí, haciéndome olvidar de mi realidad he perdido la cuenta de los besos que he tenido guardados para ti!!!