Francesco Alaniz

Grisáceo

En medio de estos días grises

donde no hay acuarela

que avive el color de mi desesperanza,

Mi pecho se sobre exalta, 

mis pensamientos colapsan 

y el nudo en la garganta

cada vez más se ensancha.

 

La ilusión me abandona 

y el karma se asoma,

cuasi una horma que da forma

a la vida y a sus normas.

a veces veloz y a veces demora,

más siempre llega la hora 

en la que voltear a ver hacia atrás

de nada funciona y solamente descoloca.

 

Exasperado,

exhalando moléculas de angustia

y respirando párticulas de optimismo,

encadenado y adherido 

a esta indolente necesidad cautivo,

socorreme Dios mío,

de esta pesadilla en la que hoy vivo.

 

La ira crece,

mis anhelos se desvanecen,

lo absurdo me enmudece

y el terror se encrudece,

dentro de mi indescriptiblemente crece

el deseo constante de que esto cese.