¿Qué es lo cotidiano?
¿Qué es lo cotidiano si no es darte los buenos días?
¿Qué es lo cotidiano si no es oler tu perfume en mi ropa?
¿Qué es lo cotidiano si no es verte a diario?
¿Qué es la obsesión si no son tus labios?...
¿Qué es el amor si no es amarte?
Quizá no lo se, sin embargo tú ya tienes tu rutina, tu algo cotidiano
Yo no, tú aún eres mi diario.
Siento que el aire arrastra mis sentidos como hojas secas en vientos otoñales y
Los momentos se lavan con la danzante agua pluvial de agosto.
A veces sigues siendo mi musa,
Fuente de inspiración, mar de emoción, llanto de desolación.
Observo mis ojos.
Cada vez más afligido,
Cómo si día a día el tiempo me robara vida...
Cómo si segundo a segundo el reflejo me desfigurara el rostro.
Cómo si,
Poco a poco...
¡Me descompongo!,
¡Me consumo!.
Me pudro desde dentro,
Ya ni los insectos se alimentan de mis entrañas,
Sumergido en las aguas profundas de la miseria,
Desaparezco,
Poco a poco...
¿Qué me hiciste?
No veo el alba, aún con la cabeza alzada,
Aquella sombra femenina que se oculta en la penumbra, no la veo, no la percibo, ¿Eres tú?...
Quizá por eso escribo,
Para hallarte nuevamente en mis letras,
En mis versos,
En mis rimas tambaleantes,
En mi léxico diverso que a veces no toca lo que antes...
Simplemente en mi pensamiento.
Extrañarte a ti, a ti añorar, añorar lo que fuimos, fuimos y no seremos.
Me voy a quedar recordando, lo sentido y lo no sentido, lo escuchado y lo no escuchado;
Cómo quien busca deshacerse de los males.
A ti beberte, beberte en mil, en mil deshacerte y deshacerte en mi.
Me voy a redimir en acción y no acción, en amor y desamor, como río caudaloso después de la quietud del gélido enero.