En la cuna me acunas con el canto,
tus suaves manos acarician mi alma
y en silencio mi corazón se calma,
tu amor sincero besa por encanto.
Con tu mirar se aleja mi quebranto,
llenando de luz la eterna ternura
como un refugio que siempre perdura,
y es tu sonrisa que espanta mi llanto.
Tu abrazo fuerte como un roble erguido,
me defiende de tormentas y colma,
con tu amor, el miedo queda vencido.
Tu tesoro lleno está de tu aroma,
madre y amor es un puro latido,
y tus lágrimas son como palomas.