Jorge L Amarillo

Nada serĂ¡ lo mismo

Esta tarde de otoño me anuncia una tristeza
que envolverá a cada uno de mis cinco sentidos,
llevándome al punto inicial de todas mis miserias
a ver crecer las semillas de lo que no tiene el olvido.
 
 
Todo caerá en mí como solo sabe caer la ausencia
con el éxtasis de darle vida a lo que fue tan distinto,
aunque el corazón termine pidiendo clemencia
sé que no podre escapar de tan gigante abismo.
 
 
Nadie declarará a mi alma en estado de emergencia
y el dolor se apoderará de mi en cada suspiro,
mientras mi sombra conmigo sentirá la condena
que nos sentencia al instante aún de estar vivos.
 
 
Y ofrendaré las lágrimas que en su esencia 
al escapar de mí me darán un poco de alivio,
y al estar en soledad deshojando mis penas
sentiré en la tarde que ya nada en mí será lo mismo...