Han sido doce años,
y debo despedirme,
y me duele el alma
desgarrada y rota,
pues contigo se va
mucho de lo bueno
que guardo en mi.
Una vida entera,
eso te debo, a ti,
con tu compañía
con tu presencia
con el regalo de tu ser
Ahora que el tiempo cobra sus deudas,
ahora que tu cuerpo cansado se apaga,
ahora que debo dejarte partir y descansar,
ahora que siento que llega la despedida,
no puedo dejar de agradecerte y llorarte.