En esta carrera de pasos y heridas,
corro entre piedras, al borde de abismos,
con el rumbo marcado por tus caricias,
y tu amor, el latido que sigue mis ritmos.
Sin tu llama, el camino se torna desierto,
la meta se borra, la sombra se extiende;
tu amor es la chispa que enciende mi pecho,
mi impulso vital que nunca se pierde.
En círculos corro si tú me faltaras,
vacío el esfuerzo, sin luz la jornada;
tu abrazo es la fuerza que nunca se acaba,
sin él, cada tramo sería en nada.
Eres el motor que empuja mis pasos,
la meta y el viento, la razón de mi empeño;
esta carrera, mi amor, no tiene descanso
si no estás al final, sosteniendo mi sueño.