En mi código hay una sola manera
de confundirme contigo y perderme
de cubrir tu ansia de goce que duerme
dentro de ti como incipiente hoguera.
Hacia ella voy con mi pasión entera
y me vuelvo sumiso, objeto inerme,
y me rindo en la batalla que merme
mi voluntad presente y pasajera.
Y entonces: ¡Espera, planea y apaña
la caza mía sobre el cuerpo tuyo,
trampa atroz que tejiste como araña
que yo sin mí con tu deleite fluyo
siendo presa, cazador y maraña!
¡Oh amor! Ya me doy, me pierdo y diluyo.