Los he visto marchar uno tras otro
En fila india armados de herramientas y en silencio
Tal vez atragantados de dolor
Ante la aflicción propia o ajena
El barro de la tragedia esconde sus rostros angustiados
No es humano el sufrimiento
No puede serlo ante el cadáver del hermano
No puede serlo ante el amigo que ya no está
Todos ayudan…
Son pocas y muchas las manos que trabajan
El hambre no hace mella
Solo importa abrazar con desespero la esperanza
Desgarran sus gargantas ante gritos impotentes
Que ruegan por sus padres, hermanos o hijos inocentes
Pues la vida se ha marchado
Y se ha hecho reina en su trono de corrientes persistentes
Nadie esperaba el cataclismo hecho lluvia
Fue un soplo de muerte escondido entre las nubes
Cual castigo divino inesperado
Arrasó con todo lo bello de la vida
Y habrá de pasar el tiempo del lamento
Y que se yo… tal vez un día todo vuelva a la existencia
Pero hoy se llora en los caminos de VALENCIA
Y sus bellos campanarios llaman sin cesar a la conciencia
Volverán los días de jolgorio
Y en sus playas y mercados no habrá campo a la tristeza
Porque juntos como pueblo que resiste
Avanzaran unidos al encuentro de la luz
Que se apagó un día en el camino de la vida.
Rafael Blanco López
Nov. 2024