MonCiel

\"La Promesa de Besos y Espinas\"

Y es que las palabras sobran
para describir tu mirada,
esa, que pícara me toma
y susurra que me agrada.


No rehúye mi deseo
de perderme en tus abrazos,
tocar con besos tibios el cielo
y soñar en tu regazo.


Sonríe mi piel rendida,
saboreando tus caricias,
en las que dijiste \"Mía\",
por ti, eterno, yo suspiraría.


Es la felicidad viajera
que de lejos me visita,
trae rosas de primavera,
aunque aún con sus espinas.


Debo tener mucho cuidado,
pues esas flores lastiman;
bastan respeto y confianza,
y el amor sin las mentiras.


Así juntos por los años,
hasta que la parca misma
venga y poco a poco intente
dividir nuestras vigilias.


A uno, en este mundo frío,
al otro, más allá arriba,
triste en la eternidad ansiosa,
esperando tu sonrisa.


Mas esta historia que termina
aconseja a enamorados:
el amor jamás se arruina
cuando es puro y respetado.