Luperca
Madre de Roma
Entre aguas arrulló, el Tíber tempestuoso
dos náufragos infantes echados a su suerte
arrumbando la historia por caudales de muerte
despliega sus conflictos por trayecto suntuoso
Umbrío cenegal de bejucos fangosos
acoge querubines y magra hambruna advierte
necesidad de instinto, que a vil loba convierte
en maternal nodriza con pezones lechosos
¡Los ojos de Luperca brillan en hora enhiesta!
Al succionar boquitas, vida de sus entrañas.
y halo de ígneas rosas, glorifican su testa
¡Con temblores del alma, cerrando sus pestañas!
Y loba montaraz, bestia de agreste cuesta
Fue la madre de Roma ¡Con aullido en montañas!
Beatriz Vicentelo
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