Un pichón que anhela volar,
Una paloma que no puede amar.
Dos almas que se buscan en la distancia,
Dos corazones que laten en la danza.
Yo, un ave de alas rotas,
Que sueña con un cielo sin botas.
Tú, una flor con espinas de acero,
Que me hiere con tu belleza sincera.
La diferencia nos separa,
Un abismo que no se puede reparar.
Un muro de cristal que nos divide,
Un amor que no se puede conciliar.
Pero, a pesar de todo, te amo,
Con un amor que no se puede desarmar.
Un amor que me consume y me llena,
Un amor que me hace sentir que no soy arena.
Y aunque sé que nunca seremos uno,
Te seguiré amando hasta que el sol se ponga en el mundo.
Porque, aunque la diferencia nos separe,
En mi corazón, tú siempre estarás ahí, para siempre.