Mortaliss

EL LENGUAJE PERFECTO

EL LENGUAJE PERFECTO

 

 

Para poder decirte lo que por ti siento

buscaré lo más sutil, lo más celestial,
lo que más se acerque al sentimiento
de iniciar su existencia, un manantial
sin haber sido herido por el pensamiento
ni por una mirada antes mancillado
ni tampoco por nadie imaginado.
              
El aroma del sueño, perfume de fantasía
con la estela sin color que va dejando
cuando el alba avanza, en la mañana fría
la oración de la espuma que se va elevando
al nacer y morir en la cresta de la ola

La queja que pronuncia sedienta la corola
cuando vuela el rocío atrapado en el viento
o el íntimo susurro del caudal turbulento
del agua que abandona caprichosa su venero

No pueden ayudarme a encontrar mi anhelo
si ya están violados sus secretos por el tiempo
y opacan la avidez que tengo del solo intento

de pensar, lo que mi alma busca con desvelo
     como clama por agua el oasis del desierto   

      
No hay palabras, ni cantos de ruiseñor,
ni murmullo, ni roce, ni suspiro, ni silencio,
ni sonidos que emanen de la voz del Señor

que puedan las frases vírgenes expresarte
el amor con el que yo quiero hablarte.

Es un idioma que tengo dentro sumergido
en estado naciente, puro, inmaculado,
que lucha atravesando mis tinieblas
como la luz de un pálido lucero ignorado
que viene, desde siglos, descendiendo
para tocar la tierra enamorado

 

Así es la profunda voz sedienta
que llevo atesorada, tan extraña
como raíz de antigua resonancia
en mi marino caracol de entraña,
y que vive conmigo, desde siempre,

Brotando del amor, inapagado ardor
del amor primitivo de otros seres
que amaron antes, con el mismo amor,
y prosiguen en mí, fundidos en espera,
enamorados aún de la inalcanzable flor
              
Para poder decirte lo que anhelo
me falta lo inasible, lo perfecto,
y al no poder tenerlo miro al cielo
con sombras duras, con dolor dilecto

con el creciente caos de mi delirio

 

Con el humo intacto del callar que oprimo,
escarbo el cráter donde entierro a solas
la forma del empeño, el inmóvil seísmo
de quererte decir lo inexpresable

como la voz irredenta de las olas

 

Si aprendo el idioma de los Ángeles

tal vez lo encuentre pronunciable

y podré al fin decirte, lo que por ti siento

 

 

Autor

Mortaliss