Cuando mis ojos se llenan de lágrimas,
cuando mis sonrisas se apagan,
ella ve cómo duele tu ausencia,
como cada recuerdo tuyo me desgarra por dentro.
Y aunque no diga nada,
sé que su corazón también sufre
al verme así, tan rota,
tan perdida en lo que fuimos.
Ella quisiera poder sanar mis heridas,
quitarme ese dolor que no me deja en paz,
hacerme feliz de cualquier manera.
Pero sabe que solo tú
puedes devolverme la luz
que se apagó en nuestro último día.
Mami siempre ha sabido que eres mi única felicidad
y eso la preocupa,
porque entiende que sin ti,
no encuentro paz, que sin ti,
mis días son grises y las noches interminables.
Me duele que me vea llorar,
que en sus ojos se refleje
la impotencia de no poder ayudarme,
de no poder arrancar de mi pecho
el amor que aún te tengo.
Cada lágrima que cae
es como una espina en su alma,
aunque intente esconder mi tristeza,
mami siempre sabe que el dolor
es más fuerte que mis ganas de salir adelante.
Tus recuerdos me inundan,
me persiguen sin descanso,
y aunque mami desearía
hacer descansar a mi mente,
sé que no se puede,
sé que ya no hay nada que hacer
más que esperar,
esperar a que el tiempo cure,
esperar a que tú vuelvas
o a que finalmente
pueda aprender a vivir sin ti.
Mami observa en silencio,
con los ojos llenos de preguntas
que no puede hacer,
porque sabe que cualquier respuesta
solo traerá más lágrimas.
Ella quería protegerme
de este dolor que tu ausencia dejó,
pero entiende que mi único consuelo
está en los recuerdos que me atormentan,
en la esperanza, aunque mínima,
de que algún día regreses a mi vida.
No quiero que mami
me vea así, tan frágil,
tan destruida por tu adiós,
pero no puedo ocultarle lo que siento.
No puedo fingir una alegría
que no encuentro.
Y aunque ella quiera curar mi corazón,
mami siempre sabe que solo tú
tienes la llave para cerrar esta herida.
Ella me mira con el amor más grande
y con la tristeza más profunda.
Desearía cambiar mi destino,
robarle al tiempo
una segunda oportunidad para nosotros.
Pero en su mirada veo que comprende
que ya no puede hacer más
que estar a mi lado.
Y aunque me duela en el alma
que ella también sufra por ti,
mami siempre sabe
que sin ti
nunca volveré a ser la misma.