No sé qué es esta sensación,
mi respiración se quiebra
entre el vértigo y el deseo.
Agitada, temblorosa,
una mezcla deliciosa
de nervios, miedo y ansia,
porque sé que es contigo.
Tu piel es un incendio,
tus manos, un mapa prohibido
que explora cada rincón de mi ser,
y yo, entregada,
pierdo el norte entre tus caricias.
Cada estocada es un eco
que recorre mi cuerpo,
un latido que grita tu nombre.
Cada mordida en mi piel
es un pacto secreto,
una marca que dice: \"Eres mío\".
Y tus labios...
Ah, tus labios
descendiendo como un susurro,
como un río de fuego,
lamiendo la esencia misma
de lo que soy,
despertándome al placer
que sólo tú sabes desatar.
No hay tiempo, no hay mundo,
sólo este instante infinito,
donde nuestros cuerpos hablan,
donde el deseo ruge,
y donde la pasión nos consume
hasta que no quede nada
más que nosotros.