Lucía Gómez

LA VIDA SE PARECE, A LAS MARIPOSAS MONARCA...

Debemos vernos más

y agasajarnos, porque no estamos solos.

Es que la compañía, tiene la forma

de un sutil lamento.

Miremos más el cielo todos los días,

porque la vida se parece

a las mariposas monarca,

que se van, pero no vuelven.

Si nos perdemos,

nos encontramos nuevamente

y nos regocijamos.

Seamos más compasivos

y cuidemos lo que nos decimos,

porque la vida es un sol inclemente

quemando corazones

y ardiendo entre

columnas rotas.