Sonriente y feliz
desembarcastes
en el puerto de mi país.
Con mis labios temblorosos
embargado de alegría
pronuncié tu nombre
buscando tus brazos
tus ojos y tus labios
para darnos el beso anhelado
que tanta falta nos hace.
El destino nos reunió
como bendición de Dios
nuestro amor distante
venció barreras y tiempo
aunque nos costó
lágrimas de impotencia
y penas en el alma
al fin llegastes a mi lado
¡Amada mía!
No fue fácil vivir sin ti
cada día mi vida fue triste
sin tu amor, sin tu ternura
sin tus besos y caricias
no tenía sentido mi vida
me faltaba tu presencia
una razón para vivir.
Hoy, que tengo la dicha
de tenerte en mis brazos
y ver realizado nuestro sueño
doy gracias a Dios, a la vida
por hacernos muy felices
¡Pedacito del cielo
dicha de mi corazón!
te quiero y te amo, con frenesí
eres y serás
la razón de mi existencia
y siempre te amaré
¡Mi bella flor, de un lejano jardín!
Toma mi mano mi amor
caminemos siempre juntos
en busca de un futuro mejor.
Luchemos por nuestra felicidad
con tesón y perseverancia
hasta llegar al altar
con la bendición de Dios.
Autor: Mauro J. Casaño
Mallito
20/11/24