Muchacha a ti jamás podré tenerte
tu empiezas, pero mi vida marchita
ya mi corazón de pesar palpita
entre sombras, así será mi suerte.
No estás conmigo, jamás he de verte
mi triste pena es, mi vida fortuita
al final la muerte me llama e invita
a mi corazón, pronto ser inerte.
El al final olvidará mis penas
nunca tendré tristezas ni premura
la sangre no correrá ya en mis venas
mi alma loca, por fin tendrá cordura
y se aleja cuerda, triste y serena
sola y libre, al fin, de toda tortura.