La jauría de los seres en el tiempo
hoy desmiento me supere
y es lo que haría cualquiera en sus cabales
que hay donde sobra valen
por una vida fuera de sus redes
de regímenes industriales.
El sentido de esta causa justo no me pertenece
entre un mar de gente acostumbrándose
y siempre girando en la espiral de un final anunciado,
esta oscuridad que llega hasta el alma
y en ella encalla toda ilusión
de quien se replantea ignorarla casi hasta el tope
de necesitado terminal.
En su bruma se enturbian las formas
de otros que fuimos,
cuando decidimos arriesgarnos unidos
por un lazo indefinible.
Tú y yo no somos dignos de este síndrome
que ahora dicta el existir,
ni nos haremos partícipes del vulgo por ahí,
completos en sintonía con lo divino
que es su matriz.