joaquin Méndez

Como no beber de tus pechos como el niño hambriento

Como no beber de tus pechos como el niño hambriento

 

Como no, pensar en ti, cada vez que escribo la palabra besos

Como no, pensar en hacer el amor, cada vez,  que mis manos tocan tu mágico cuerpo

Como no, inspirarme en el perfume de las s rosas, que se parecen tanto, a tus labios, mi niña hermosa

Como no, sentir la brisa,  evaporada de tu humedad, cada vez que digo la palabra, te amo

Como no,  emocionarme, cada vez que imagino tu hermoso cuerpo,

Como no, desearte, en la distancia, aun que solo, sea en las distancia.

Como, olvidarme de tus dulces palabras de amor, si suenan,  como música de violines tocados por ángeles celestiales.

Como no beber de tus pechos como el niño hambriento, hasta saciar mi set de amor

Set,  que solo tú, puedes saciar, con tu fuente, de los deseos prohibidos

Como no, sentirme, morir, si tu, no es tas a mi lado, bella mía

Como no pensar que estoy en la gloria, cuando me acogen tus brazos, con tanta dulzura.

 Si no puedo dejar de respirar el suave olor que me da tu pelo

Ese olor que me pone todas las cedulas de mi cuerpo en movimiento, cargadas de erotismo y sensualidad. Una sensualidad que provoca en mí una sensación, de vuelo rasante para ir a posarme en tu nido, ese nido donde suelto toda mi ira, de amor y locura.

 

Poema de amor autor: Joaquín Méndez. Reservado todos los derechos

05/11/10