*Casi todos hemos escuchado la fábula del sapo y el alacrán. Aquí les traigo además de la fábula original, la historia no contada.
\"EL SAPO Y EL ALACRÁN\"
En la orilla del río, el alacrán observará al sapo con sus ojos brillantes y su dulce voz.
—Por favor, sapo, ¿me llevas al otro lado?
El sapo dudó, recordando historias de traición.
—Si te ayudo, me picarás y moriré.
El alacrán, con voz persuasiva, respondió:
—Eso no tendría sentido, pues ambos nos ahogaríamos.
Convencido por la lógica, el sapo accedió. A mitad del río, sintió el pinchazo.
—¿Por qué lo hiciste? —preguntó con el aliento entrecortado.
—Es mi naturaleza —susurró el alacrán mientras ambos se hundían.
Reflexión: La naturaleza de algunos no cambia, aunque sus acciones desafíen la lógica y conduzcan a la perdición.
Original de EDUARDO WOLOVELSKY Y PABLO BOLAÑOS. Basado en ESOPO Siglo VI antes de cristo.
“EL SAPO Y EL ALACRÁN BUENO, LA HISTORIA NO CONTADA”
El río estaba tranquilo esa tarde. El alacrán observó al sapo que descansaba en la orilla.
—Por favor, sapo —dijo el alacrán con tono humilde—, ayúdame a cruzar. Te prometo que no te haré daño.
El sapo lo miró con desconfianza.
— ¿Por qué debería confiar en ti? Tu aguijón es peligroso, y mi vida vale más que tus palabras.
El alacrán suspiró y bajó la mirada.
-Perder. Durante mucho tiempo he vivido de acuerdo con mi naturaleza, dañando incluso a quienes me han ayudado. Pero he aprendido que no quiero ser recordado por lo que destruyo, sino por lo que puedo construir.
El sapo dudó, pero algo en la voz del alacrán parecía sincero. Finalmente, accedió.
A medida que cruzaban el río, el alacrán sentía el impulso de actuar según su instinto. Sin embargo, recordó su promesa y la oportunidad de ser diferente. Llegaron a la otra orilla, y el sapo lo dejó a salva.
—Gracias por no traicionarme —dijo el sapo, sonriendo.
—Gracias por darme la oportunidad de demostrar que podía cambiar —respondió el alacrán, alejándose hacia un nuevo comienzo.
Moraleja: La naturaleza puede ser fuerte, pero el cambio es posible cuando el deseo de mejorar supera al instinto y añado, antes de formarse una opinión, se deben escuchar las dos partes.
Justo Aldú
Panameño
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