Tu aroma, cuál bosque frondoso en plena primavera, a pasión, a paz, a sexo, a ti, tu aroma que enloquece y vuela mi mente, despierta mis papilas gustativas y desata ese torbellino de caricias que te hago en mí pensar, a gloria angelical, a frescor matutino en día de lluvia, ese que se transporta con el viento perfumando mi alma y activa las terminaciones nerviosas de mi piel al simular tus caricias, manteniendo un cordón umbilical entre tu ser y mi vida. Tu aroma a gloria se ha impregnado en mí, y me obliga a pensarte en cada respiro, que viva tu aroma.