Emilio Barrios

Todo gira y no se detiene

El mundo gira y no se detiene; en realidad, todo gira y nada se detiene.

 

El amor, un sentimiento natural que no todos poseen, pero muchos no lo entienden; no siempre lo que das te lo devuelven.

 

La amistad, palabra que solo se pronuncia cuando alguien necesita de alguien, no todos dan una mano.

 

El mundo gira, todo gira, pero ¿para qué detenerse y pensarlo? Todo va tan de prisa que ni tiempo da para disfrutarlo.

 

Lo que alguna vez quisimos hacer quedó atrás por hacer caso a los demás; vivimos jugando a la ruleta, dejando a la suerte.

 

Las decisiones, nuestras ideas, los deseos, absurdamente los entregamos al azar; no hay vueltas que dar, total, todo gira.

 

Hoy estás bien, todo te sale bien, de maravillas; sin embargo, das un paso en falso y todo termina, y el mundo gira.

 

Seres humanos, psicópatas homicidas, destruyendo su propio hábitat, destrozando todo por sobre lo que caminan.

 

La maldad asecha siempre desde la sombra; su rostro no se ve, pero las personas se valen de él; es así su poder.

 

Todo gira a nuestro alrededor; lo de la reciprocidad en verdad es un mito, es un cuento difícil de contar, solo observa a los demás.

 

Todos viven para uno mismo, es lo lógico; para muchos es inaceptable, pero es irremediable, las jugadas ya no son como antes.

 

El mundo como lo conocemos se volvió intolerante; quiere vomitar lo que lleva afectándolo en lo más profundo.

 

Todo gira y todo para; la belleza de las cosas ya son solo recuerdos y nostalgias; todo desaparecerá el día de mañana.