Nace del hambre sexual
de los ciegos, el visionario
gemir indecente de los sentidos\"...
A.N.Zucthe
Entrar en tí... poseerte
arrancar de mi alma el estigma
del deseo y hacer que suba
por el templo de tu piel.
Desposeerme... despojarme
atarme las manos a tus pechos
y la lengua a tu entrepierna; beberte.
Hacer que la lluvia intensa
de tu cuerpo bendiga mi frente y mis ojos,
mi pecho y mis labios, mis dedos y nariz.
Olerte... respirarte
indagar desde tu ombligo
a tu derriere; de tu boca
hacia la mía, saberte así.
Desearnos
desgajarnos los anhelos
entregarnos hasta los huesos;
atarnos día a día, sentirnos fuego y sangre,
sedienta caricia; amorosa complicidad.
Ardernos, francamente ardernos.
G.Stoillac
D.R.A