Sin responsabilidades…
La noche profunda muestra su rostro
increíble, casi tangible pero cierto…
el silencio es más profundo.
En el disfraz absorto se disparan,
despacio pero firme se rompen las alas,
solamente los sueños le vieron caer
despiertan los dormidos, los muertos
tal vez hasta los recuerdos.
Un dios enmudecido cuelga en la pared
es el último testigo… Por su forma
creo que calló primero
sin palabras dispara contra lo que se cree
y el ruido se vuelve a hacer presente.
Con entereza y rectitud
una última mirada
sin mediar palabra
vuelvo a pestañear
y la noche profunda muestra su rostro.