Tu boca que es tuya, tu boca que es mío.
El dulce Aposento donde resucitan
Mis placeres perdidos los más fríos
Que Súbitamente arden y gritan.
Tu boca… un panal de manjares puros
Con sabor de ilusiones y fantasías
El Torbellino de tus besos prisioneros
Que cautivan y matan mis ansias
Tu boca… que sabe a majar y vino
Tu boca… es mi embriaguez de amor
El vicio obsesivo de mi destino
Una Condena perpetua a tu olor.
Tu boca roja de aroma exquisito
el ascensor de mi pasión infinito.
© Corazón Bardo