¿Cómo podría pagar?
el favor que da la tierra,
¿ cómo hacer que entendieran?
que sus hijos, no se enteran
que una madre, solo da.
Y nos ofrece la luna
y las nubes pasajeras,
la noche con sus estrellas,
el alba, la claridad.
Nos da su cuerpo y su sangre
los ríos, que son sus venas
sus brazos de cordilleras,
su aliento.. formando el mar.
¿ Cómo entender a una madre?
que nos grita que está enferma,
y llora sobre cristales
y moja, las carreteras.
¿ Cómo ser hijos sin ver?
lo mucho que entrega ella,
y lo poco, que al revés
le damos, de pago a cuenta.
¡ Madre hermosa¡ que me entregas
de tu vida, lo mejor
y a cambio sufres dolor,
del fuego que te atormenta.
Somos hijos de una madre
llamada naturaleza,
unos hijos que quisieran
pagar, por tanta imprudencia
pero ella, lo consiente
porque la tierra nos ama,
y entre tanto caos, la calma
disfrutando nos la entrega.
Y amanece un nuevo día
y el sol, de nuevo calienta
y de nuevo está la tierra
sangrando por sus heridas,
entre el caos que la sustenta
.... y la calma prometida.