Las caravanas del silencio
Están habitadas de aire seco:
Un ruido va sembrando una duda,
Mientras en el horizonte se recuesta
El más triste de los adioses.
Son las respuestas a mis preguntas
Que están despiertas, desde que el amanecer,
Tomó las riendas de mi destino.
Asumo que no tengo el talento poético,
Para abrir las puertas a una nueva poesía,
Y es imposible seguir sembrando en el viento.
hay escases de tiempo
Y en oído, la muerte siembra
Un pánico escénico ineludible.
Son los batallones atómicos de mi cerebro,
Que están pavimentado el camino
Para que la muerte sea sólo un recuerdo,
Tal vez doloroso…
Pero siempre adornado de versos.