Tu misterio: dejarme con los labios
A medio morder
En el borde de un susurro que no tuvo lengua
Y que ni siquiera tuvo cita.
Prueba a deletrear nuestro antiguo tacto
Ya solo recuerdas lo que tenía de inefable
Tu boca es ahora un abecedario sordo
Y tu saliva no desemboca,
Y te quedas simplemente sola
Con la profanación de tu silencio.
Tú me sabes, esfinge
Cuatro de mañana
Dos de día
Tres de noche
Envuelta a mi tercer brazo
Disparo en tu boca
Y las palabras se vuelven pálidas
Hallan el tierno contorno
De su oscuridad
Es lo viscoso que tiene luz
Una lengua que explota
Y una promesa prohibida
Que aborta desde tus labios
Sin morder
Tu silencio
Y mi dislexia.