Salvador Galindo

Esfinge

Tu misterio: dejarme con los labios

A medio morder

En el borde de un susurro que no tuvo lengua

Y que ni siquiera tuvo cita.

Prueba a deletrear nuestro antiguo tacto

Ya solo recuerdas lo que tenía de inefable

Tu boca es ahora un abecedario sordo

Y tu saliva no desemboca,

Y te quedas simplemente sola

Con la profanación de tu silencio.

 

Tú me sabes, esfinge

Cuatro de mañana

Dos de día

Tres de noche

Envuelta a mi tercer brazo

Disparo en tu boca

Y las palabras se vuelven pálidas

Hallan el tierno contorno

De su oscuridad

Es lo viscoso que tiene luz

Una lengua que explota

Y una promesa prohibida

Que aborta desde tus labios

Sin morder

Tu silencio

Y mi dislexia.