Diego Nicolás García Contreras

Un pecador ejemplar y loco

Y desde hoy, en cada escena aparece un joven rubio de pelo largo, robusto, de camiseta blanca apuntando con el dedo a todos los que lo miran, y los amenaza mientras esboza una gran sonrisa: desde hoy apareceré en cada escena para recordarte lo que tú ya sabes, que yo soy tú y tú eres yo. Que no me gusta que te tomes tan en serio, que puedes decir todo lo que piensas con honestidad radical, pero no te impostes porque nosotros nos conocemos y por eso sonreímos.