Un castillo,
construido de tierra y fuego
y manos fatigadas,
sus líneas son memorias
de una de historia de luchas
que guarda la paciencia
hasta que, como una represa,
que se filtra gota a gota
abre paso al torrente
contenido.
La ciudad como una raíz busca agua
mientras el poder provoca la sequía.
La paciencia como un proceso natural
tiene sus límites,
la sed del habitante es más que el rocío
de cada mañana.
Hay jardines que parecen abandonados
la paciencia crece como una telaraña verde,
los pétalos de flores
son la memoria separada
de cada ausente,
las hojas son la voz
de quienes esperaron el viento.
¿La muerte comprende el silencio del tiempo?
Las flores brotan en los desiertos más áridos.
La paciencia no es el latido del silencio
solo guarda una semilla de resistencia
es el simple paso
entre la reflexión y la decision.
Hay un jardín en caos
quizás te preguntes:
¿Qué crece en el conflicto
flores silvestres…maleza?
¿Es la paciencia que se transforma
en un dolor?
así como el volcán es a la lava
a veces,
la paciencia es a la ruptura.
En la paciencia de una rosa
cada espina es una resistencia
los pétalos los pensamientos de libertad.
Los árboles pueden arder por el fuego,
pero sus raíces buscaran el rio.
El jardín florece lento,
como la reflexión,
es la paciencia que enseña
que, en el camino de la tormenta,
hay tiempo para la belleza.