alegui

ALMAS.  

 

Almas que lloran y cantan

un canto de luz y lejano

piden que concedan de prisa

un paño de lino blanco.

Sugieren ruidos y ecos oscuros

almas con cantos extraviados

sin peregrinar con su cristo alzado entre las manos

y sin lavar y desclavar sus penitencias

para bajarlo de la cruz que se ignora

cuando urge que sea temprano.

 

Así, la pena y la rabia se apropian de los establos

 y maltratan los cariños y coartan sus abrazos

y agobian la fe y su inocencia

cerrando ventanas y ahogando los espacios. 

 La apariencia en el espejo luce y nos desafía.

Para nuestra fortuna la aceptación no envejece

por más que la omitimos

y evadimos sus ritos sagrados.

Sin embargo, su ausencia se sufre

y ciega la espiritualidad de los montes

con la cual la vida acontece,

aunque luzca esquiva

de algún día no contado

y se ignore la belleza que brota

y que entre los brazos se mece.