Mucha gente he conocido,
mucha conmigo quedó,
como una fragante flor
que hoy se tornan un suspiro;
estos recuerdos son míos
viven en mi corazón,
como rayitos de sol
siempre plenos y muy vivos;
hoy, lejos de aquel ayer,
los retomo muy feliz:
mi divina agua de vida;
es un hermoso placer
el poderlos revivir
es esta lenta agonía...