En aquella amontonada
Pequeña, ciudad de ruidos
Donde las vidas se rozan
Pero se mezclan cada vez menos
Justo allá, cuando cae la noche
Se puede ver a esos ojos
Asomados por la ventana
Ojos que suspiran
Ojos que sueñan
Que construyen lentamente
La vida que quieren
Y se agotan luchando
La noche los mece
La luna les canta
No ven las estrellas
Pero saben que están
Y que tocan sus instrumentos
Para toda la Tierra
Porque de noche, cuando oscurece
Las personas viven
Vuelven a sus hogares
Solos, cansados, felices
Esperando brazos que los reciban
Y celebran
O sufren
Y ríen
O lloran
De noche todo pasa
La oscuridad cubre sus rostros
Ya no temen o temen más
De ser vistos
La noche, tan bendita
Que quita vidas
Y crea nuevas
Como cada día bajo el sol
Pero hay algo especial
En lo secreto de su esencia
Que la hace mágica
Y nos abraza
La noche…
Para ser humanos