Por Hazael Molina
Somos como una llama
que poco a poco se apaga
No hay preferencia
ni exclusión, todos
recorremos el mismo
camino.
La meta es la misma,
se escapa
es el destino final…
reencontrarnos es
una alternativa, una
esperanza incierta.
Pretender esquivar
los designios del
creador es imposible,
es pretender atrapar el
viento con las manos.
Unos viajan primero…
otros están a punto
de abordar
pero se resisten, la
eternidad espera.
Nadie sabe como es
ni ha regresado.
Despedimos a alguien
y miramos de reojo
Sabemos que está
cerca, acecha,
nos mira y se retira porque
aun no estamos en
Tiempo de zafra.
La esquivamos una
Y otra vez, es el ritual
entre la vida y la muerte …
Mérida, nov, 24