Solo la sonrisa de un hijo
Puede devolverle la vida a sus padres
Que día a día salen a busca del sustento
Quizás en algo que no le gusta
Pero motivado por el bienestar del hijo
¡No tengo hambre, come tú!
Es la mentira más amorosa que se escucha decir.
¡Solo ocupo dormir un poco! ¡No te preocupes!
Mientras el cuerpo de los padre grita por dentro
de hambre, cansancio y dolor.
Disimulando con una tierna sonrisa
Y una mirada profunda y vacía.
El verlos crecer y felices,
es el alimento que sostiene sus cuerpos,
es la fuerza que les da día con día para seguir
Es la motivación que necesitan para vivir