Guardo Bellos recuerdos de mi infancia grabados en mi alma al escalpelo los guardos celosamente en mi urna de cristal.
Mi madre y mi padre dos maestros solían enseñar a sus hijos e hijas sin dejarle nada al incierto azar.
En todos los actos como en un ritual sagrado había códigos secretos que marcaban cada paso para no olvidar.
En mi recuerdo viven campos y jardines de suaves olores días infantiles llenos de sabores entre los rituales el ritual sagrado
del arroz con leche el queso curado y el sabor Campeche de las Empanadas Vallunas marcaban diciembre.
Entre patacones y papas chorreadas de tinte valluno alzaban la mano el plátano asado y el chorizo al humo...
¡Ah! Qué deliciosos aquellos tamales sin artificiosos sabores actuales
Qué ricos envueltos de mazorca tierna con queso abundante y crema de leche
Mi olfato no olvida el pan de canela y oloroso clavos molidos con miel
No podía faltar la torta de vino y la nuez moscada para el toque fino
Pero no es solo esto, sabores y olores de la infancia tienen cariños y amores
De seres queridos, amigas y amigos que me acompañaron en los tiempos idos...
Me voy despidiendo me dieron antojos de aquellas comidas y de la nostalgia me lloran los ojos...