Al joven, buen mozo, educado, gentil y reservado,
lo tachan de tímido y aburrido.
Al divertido, corriente, vulgar y extrovertido,
lo difaman de engreído y mal educado...
\"Ni el uno ni el otro...\"
A la señorita, de buena presencia, virtuosa y sin un enamorao...
¡Ay, niña! Si sigues así, te quedarás solterona y monjona...
Pero... a la fiestera, coqueta y amiguera,
¡Ay, santo cielo! Qué vulgar, nada de decencia, pronto saldrá con su \"domingo siete\"...
\"Ni el uno ni el otro...\"
Al pobre, trabajador y de mucha honra...
\"Pelagato misio\", no tiene dónde caer muerto...
Al rico, engreído, extravagante y sensual...
¡Mujeriego!, nada de humildad, mucho se cree por tener el mundo en la palma de la mano...
\"Ni el uno ni el otro...\"
Al bueno, lo señalarán de malo, y al malo lo alabarán de bueno... pero peor aún, al tibio, lo colgarán del cuello...
\"Ni el uno ni el otro... ¡Qué importa el qué dirán! Al final, todos bailamos al son de la misma flauta.\"