Por regla general siempre que sufrimos estrés, emprendemos alguna acción orientada a eliminar esa sensación de malestar. Hay personas que en momentos de tensión, suelen comer demasiado, otras beben bastante café, abusan del alcohol o del tabaco. Algunas muestran irritabilidad y se meten en discusiones. Otras se llevan el trabajo a casa y se quitan horas de sueño, trabajando hasta tarde con la finalidad de intentar ponerse al día con sus tareas, para terminar descubriendo que el trabajo continúa aumentando. Otras desean compensar el estrés con ciertos caprichos.Debemos recordar que el estrés es impulsado por el miedo o la rabia, así que debemos empezar regulando estas dos emociones. Para regresar al país de la calma, debemos preguntarnos, que genera el miedo y la rabia y ver si están justificados.