En el rincón callado de mi pecho,
donde las palabras no encuentran salida,
te amo sin pronunciarte,
como un eco que se ahoga
antes de llegar al aire.
Tu nombre flota en mi mente
como un susurro tímido,
una melodía que nunca se canta,
pero vibra en cada respiro
de mi ser más profundo.
Amo los espacios entre palabras,
las pausas que nadie entiende,
la mirada dice todo
y guarda el corazón lo que no se atreve.
Los puntos, las tildes, las comas,
tu piel en mis metáforas
los espacios entre estrofas
y tu cuerpo hecho poema.
Amor sin testigos
florecen en soledad mis días,
en el rincón del tiempo.
Se detiene solo para verte,
aunque nunca lo sepas
y mi voz muda permanezca,
mi alma grita en silencio tu nombre,
con la fuerza de un río que no puede fluir,
pero que sigue existiendo,
solo y únicamente para amarte en completo y cobarde silencio.
Justo Aldu
Panameño
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