Diré basta
cuando ya no sienta empatía por mi sombra
que viene corriendo a sentarse a mi lado.
Cuando no haya palabras
ni sienta el rumor de voces conocidas
queriéndome envolver en el pasado.
Diré basta
cuando en realidad me importe el paso de las horas
que a la vejez me irán llevando.
Cuando descubra que mi alma
está con su vida tan pero tan vacía
y toda mi fe solo sea la apuesta de un milagro.
Diré basta
cuando no sienta emoción ya por esas cosas
que solo quise que estuvieran a mi lado.
Cuando se conviertan mis lágrimas
en meticulosas soledades consentidas
y el dolor me contenga entre sus brazos.
Diré basta
cuando vea que la tragedia me devora
como a esa ausencia que alguien se ha llevado.
Cuando todo se sienta tan en calma
y que entre las huellas de la nada misma
sepa que mi final al final me habrá llegado...