Juan Sebastian Mena

El jardinero

 

 

Duermes recta en mi brazo, mi mariposa de arrullo, fueron tus ojos los que vieron el invierno desatarse de tanta lluvia y coleras silvestres, trajiste de la lavandería tus anchas mangas, y una rama que corté para ti de los bosques electrizantes.

Deja que tus ojos se cierren en un solo sueño, yo cubriré con mis plumas el salvaje temor que de ti quiera adueñarse, mi musaraña.

Duerme, reposa con tus manos olvidadas y fatigadas del invierno, que la lluvia trajo hasta mi casa tus zapatitos de fino cuero, vinieron a mi cómo tú llegaste a mi vida mi Rosaura, como quien no pide ni busca, como quien llega de un ancho viaje de amores y regresa con un ramo de flores, así llegaste tu a mi vida, como una flor arrancada del más bello jardín, y te coroné en el florero de mi corazón.